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En el marco de la llamada “Linsanity” (algo así como la “Linmanía”), la fiebre que está revolucionando la NBA a través de un jugador en el que (casi) nadie creía o con el que nadie contaba y que ahora es figura indiscutida de nada menos que los New York Knicks, rescato este artículo de Forbes, escrito por Eric Jackson, titulado “10 Lessons Jeremy Lin Can Teach Us Before We Go To Work Monday Morning” (10 lecciones que Jeremy Lin puede enseñarnos antes de ir a trabajar el lunes), traducido al español, por supuesto. Su bien el artículo tiene cierta orientación hacia el mundo empresarial, creo las mencionadas "lecciones" valen para cualquier ámbito. En el artículo, se hace un repaso de ciertos elementos que entraron en juego en la particular historia de Jeremy Lin, un base surgido de la Universidad de Harvard (los que conocen algo de básquet saben que Harvard nunca se caracterizó por tener buen nivel deportivo) que de un día para el otro saltó a la titularidad en la mejor liga del mundo y lo hizo con éxito. Hay una nota muy completa en el diario La Nación sobre Lin y su carrera que vale la pena mirar. Sin embargo, me interesó este artículo en particular porque en toda historia de éxito, siempre uno puede tomar elementos generales para imitar, para aprender o para que nos inspiren. Éstos son los de la historia de Lin: